jueves, 17 de abril de 2014

TRABAJAR PARA CORRER

Alguna vez hemos escuchado o dicho aquello de; ¿vivimos para trabajar o trabajamos para vivir? Tomando esto como referencia uno puede plantearse si vive para correr o si corre para vivir, pero, ¿trabajamos para correr? 

En el atletismo de alto nivel, (en mi opinión el atletismo profesional en España no existe) y centrándonos en disciplinas de larga distancia , las mejor pagadas, la vida laboral de un atleta con mucha suerte puede ser de 10-12 años. Los ingresos, porque no hay salarios, varían mucho. Con un nivel parecido dos atletas pueden cobrar muy diferente, en cualquier caso, el mejor atleta español difícilmente puede vivir del atletismo una vez retirado y muy probablemente sin haber cotizado a la seguridad social. Llegados a este punto muchos pensaréis, ¿quién se atreve a 'arriesgar' por cumplir sus sueños atléticos?

Cada vez son más atletas los que deciden compaginar, si tienen la fortuna de encontrarlo, un trabajo con el atletismo. Existen trabajos y trabajos, lo común son jornadas de 8h diarias 5 días a la semana, demasiado para rendir al 100%. Un atleta necesita un mínimo de 9-10h. diarias de sueño para poder recuperarse adecuadamente, un mínimo de 2h. y media de entrenamiento, a lo que sumando tres comidas, trayectos casa-trabajo, trabajo-casa, casa-pistas, pistas-casa, ducha, 'pérdidas de tiempo' apenas quedaría 1h. para relajarse.

Con estos datos sobre la mesa; ¿estaremos ante uno de los primeros indicios que apuntan a la desaparición del atletismo de élite? ¿Merece la pena  a largo plazo el riesgo de dedicarse en exclusiva al atletismo? Lo que está claro es que el nivel medio-alto en España escasea, eso repercute directamente en el espectáculo y por lo tanto en su atractivo de cara al espectador, consecuentemente, en el mercado publicitario.

En Lugo, mi ciudad, una generación de mediofondistas se abre paso con mucha fuerza como otras lo hicieron en el pasado. Todavía en edad juvenil afrontan unos años en los que sin duda alguna crecerán como atletas, al menos mientras estén en edad de estudiar. ¿Qué ocurrirá una vez terminada esta etapa? ¿Comprometerán su futuro laboral por  cumplir sus sueños deportivos? ¿Se lo recomendaríais a vuestros hijos?

El atletismo no solo es entretenimiento, nos transmite a todos, atletas, entrenadores y espectadores una serie de valores y experiencias extrapolables al día a día. Algo tiene que cambiar para que el deporte rey no desaparezca en nuestro país y nos  siga mostrando el camino hacia una sociedad trabajadora, con afán de superación, que no se rinda ante las dificultades y que mire siempre hacia delante.

Carlos Villamor

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